MITOS DEL ROCK



Además de nutrirnos de grandes melodías, el rock supo desde siempre llenarnos de historias misteriosas sobre sus protagonistas. Muchos secretos no confirmados revolotearon entre quienes construyeron la música de estos días.
Describimos algunos de los mitos más populares y extraños sobre los artistas y las bandas de estos tiempos, aquellos murmullos que, aunque se desmientan, no dejarán de ser parte de la fábula rockera

En todos los ámbitos es normal que se ventilen historias poco creíbles. Relatos no comprobados se mezclan en historias reales gracias al aporte de fechas precisas o a la certeza de un amigo de un amigo que conoce a algún protagonista. Obviamente el rock no está exento a este tipo de cuentos que nacen del aburrimiento, de las creencias populares o de la necesidad de vender discos. Elegimos algunos de los mitos más reconocidos de la escena roquera y las desparramamos en forma de homenaje a todos aquellos cuyas historias nos llenaron siempre de dudas.


TODOS TUS VIVOS

No sabemos si pasa en todos lados, pero en el mundo del rock es normal que se dé por muerta a la gente viva y que se dé por viva a la gente muerta. Será la impronta de que en ese ambiente se suele vivir al límite, o de que los ídolos son inmortales, el asunto es que en muchos casos la frase “I see dead people” encaja perfectamente.

En 1966 los Beatles la rompían. Miles de personas se daban cuenta de que los tipos estaban haci
endo cosas interesantes más allá de la típicas cancioncitas pop. Miles de mujeres chillaban por los cuatro músicos que mucha pinta no cultivaban. Quizás por intenciones de popularizar (mas?) la banda se corrió un rumor de que Paul McCartney habría muerto en un accidente de auto (el 9 de noviembre de 1966 para ser más precisos) y habría sido reemplazado por el ganador de un concurso de dobles llamado William Campbell.


Obviamente se llenaron de mitos posteriores respecto a la presunta muerte. Los más conocidos son los mensajes de la tapa del disco Abbey Road (1969) donde están los cuatro músicos cruzando la calle. Allí Paul es el único que camina con el paso cambiado, conos ojos cerrados y descalzo (en rituales tibetanos, muy de moda entonces, los muertos andaban descalzos).

Por otra parte es extraño que siendo zurdo sostenga el cigarrillo con la derecha. Además se popularizaron las tribuciones que muchos seguidores aportaron a las vestimentas de los músicos en la fotografía: John de blanco sería el predicador, Ringo, de negro, el enterrador y George, de jean, el sepulturero. Otra alusión a la muerte de Paul es que la patente del vehículo que sale en la portada dice 28 IF (28 si) que es la edad de que tendría Paul en esa época si estuviera vivo. Obviamente también hay una parva de canciones de los Beatles que aluden a su supuesta muerte, incluido cintas pasadas al revés de temas del cuarteto inglés.


Otros que seguirían la lista de los supuestos difuntos son Lou Reed, Ginger Baker (batero de Eric Clapton), quienes habrían muerto por sobredosis, y Phil Collins, cuyo fallecimiento fue difundido sólo a nivel nacional hace más de diez años, de la mano de Mario Pergolini en su programa de radio.

Lo dijo todo el mundo y lo cantó Calamaro: Elvis está vivo. Y más allá de que lo sepan todos en Memphis (pero es gente muy discreta y no dice nada) hay cosas dudosas que quedaron cuando se anunció su final. Desde que se notificó sobre la muerte de Elvis Presley, en agosto de 1977, muchos hicieron un duelo enorme, otros hicieron negocios y muchos otros desconfiaron.
¿Una conspiración? Puede ser, algunos afirman haber visto a un tal John Burrows comprar un pasaje a Buenos Aires en aquel enotnces (Elvis solía usar ese nombre artístico para registrarse en hoteles) y muchos otros lo han visto en otros puntos del globo (en Montana, en Cambridge, en un restaurante de Pizza Hut, en una oficina de Oslo, y, por qué no, en el banco de lobería). Se dice que la falsificación de la muerte del rey del rock and roll se simuló (por parte del FBI o alguna de esas organizaciones) para protegerlo porque sabía muchas cosas sobre lo que pasaba en el ambiente. De todas maneras si alguien aparece y dice “Hola, que tal, soy Elvis” tengan la seguridad de que nadie le va a creer.

Otra muerte que colmó de misterios la historia del rock es la de Jim Morrison. La historia oficial cuenta que el líder de los Doors murió en la bañera de un hotel parisino de un ataque al corazón. Lo que llena de sospechas el asunto es que la noticia se oficializó recién tres días después de consumado el hecho, que no dejaron ver el cuerpo ni siquiera a sus padres, y que la tumba donde descansaba Jim era demasiado corta para su cuerpo. Pruebas de que el tipo estaría vivo no hay, pero algunos aseguran haberlo visto alcoholizado en una fiesta en París en el momento que estaba en la bañera (dicen que su vínculo con la magia negra y el voodoo pudo haber hecho que su presencia se multiplique en distintos lugares en el mismo tiempo). Algunas fuentes afirman que el simulacro de la muerte se debió a la necesidad de escapar del abrumador éxito y de los inconvenientes legales que lo mantendrían en cana a su regreso en Estados Unidos.


SILENCIO HOSPITAL

En el ambiente misterioso del universo de guitarras y amplificadores, los pasillos blancos de clínicas han sido testigos de ocurrentes aventuras quirúrgicas.
Gene Simmons, bajista y cantante de Kiss tiene una lengua cuyo tamaño excede la media humana. ¿La razón?, muchos dicen que se mutiló el frenillo para exagerar su número de lengua-sangrienta en los shows, y otros insisten en que se realizó un implante de lengua de vaca luego de un accidente.







Marilyn Manson, quien carga con la leyenda de ser el amigo anteojudo de Kevin en la serie The Wonder Years (que aquí se conoció con el nombre Creciendo con amor), se habría quitado dos costillas para tener una figura más cercana a la femenina (y para otras tareas menos publicables).



Nuestro amigo Keith Richards también debe ser mencionado en este informe. Además de haber confesado aspirar las cenizas de sus progenitores, a él se le atribuyen frecuentes transfusiones donde le renuevan la sangre para mantenerlo vivo (nada que envidiarle al jefe de Homero), cosa que resulta casi imposible si uno colabora con un poco de sentido común.




MALO MALO

El diablo sabe por diablo pero más sabe por viejo, según el refrán. Lo que sabe la gente del marketing es que todo lo vinculado al diablo vende. Numerosos representantes han sabido explotar el rollo maldito para hacer un poco de ruido, y vaya si ha funcionado.
Bandas que desde el escenario cultivaban ritos espeluznantes con sangre y tripas eran comunes en los 80s, Alice Cooper mutilaba gallinas, KISS pisaba pollitos y Ozzy descuartizaba murciélagos con la boca. Ni la pobre Xuxa pudo escapar de los mensajes satánicos de audios invertidos.



Menos conocida es la leyenda de un tal Robert Johnson, un blusero que se suponía bastante mediocre con la guitarra y de repente apareció tocando como los dioses. Como técnicamente eso resultaría imposible las alusiones a un pacto con el diablo para lograr ser talentoso y exitoso no se hicieron esperar. Títulos como Me and the Devil Blues no hicieron más que inflar la teoría. Los que saben dicen que su talento se debió a su práctica incesante, no a un pacto con Lucifer

Los nombres también rumbearon los rincones del señor oscuro. KISS, banda a quien se le atribuye haber publicado su primer historieta con tinta mezclada con sangre de sus integrantes, teóricamente provenía de Kings In Satan´s Service (Reyes al servicio de Satanás).
AC/DC también tuvo muchas alusiones religiosas desde su nombre: Anti Crist/Death to Crist, After Christ/Devil Comes, Anti Christ/Devil Choice, y un largo etcétera; además de las interpretaciones sexuales (en algunos lugares AC/DC indica bisexualidad).



EN ARGENTINA

El rock nacional no escapa de la mitología urbana. Muchas bandas y solistas fueron protagonistas de rumores que nunca dejaron de ser tales. Aunque nunca fueron corroborados por fuentes creíbles pasaremos a recuperar algunos a continuación.

Las interpretaciones de las canciones del rock de estas pampas suelen aportar bastante ruido a la escena. Ya desde Rasguña las Piedras las intrigas abundaban. Se dice que una de las explicaciones (luego desmentidas) recaía en una novia de Charly que tenía catalepsia (una patología que hace que uno entre en un estado con signos vitales imperceptibles, como si estuviera muerto), y que había sido enterrada viva. Frases como “Te ruego que respires todavía” y “si estoy cansado de gritarte, es que sólo quiero despertarte” motivaron a los seguidores en insistir con esa fábula.


La versión de que el tema La balsa, matriz de todos lo que llamamos Rock Nacional, fue compuesto por Tanguito en un baño público fue repetida hasta el hartazgo. Lo cierto es que sólo compuso parte de la primera estrofa, la posta la tuvo siempre Litto Nebbia



Las dedicatorias también son moneda corriente en el mundo de los mitos sobre las letras. La versión de que El anillo del capitán Beto era dedicada al número 10 de River Plate resultaba de una coherencia importante: un banderín del Club y un título de capitán son suficientes para creer tal homenaje, lástima que el propio Spinetta se encargó de desmentirlo, reconociendo cierta admiración por el jugador en aquel entonces.

Azafata de tren fantasma (otra canción de Invisible) también fue víctima de dedicatorias, en este caso supuestamente refería a Isabelita, obviamente el Rey mencionado en la canción sería el mismísimo Perón.

Igualmente son populares las dedicatorias encubiertas entre distintos músicos. Más allá de las estúpidas rivalidades entre los seguidores de bandas (Soda vs. Redondos, y así.) siempre se asomaron ciertos palos entre los artistas nacionales.

Fue comentada la versión de que Ya morí era dedicada al Indio Solari, sin sutilezas Juanse decía:”Yo quiero ser un héroe / que toda la gente se crea / que tomo sólo vino del peor,/ que soy un bolchevique, /que no me importa el dinero / y que me gusta mucho el rock´n roll” El indio habría escrito Preso en Mi ciudad pensando en Juanse, pero eso suena a invento. Otra letra dedicada por parte del Indio (y créanme que hay una lista larga de supuestos destinatarios de canciones ricoteras) es Karina Rabolini (?!) en el tema Tarea Fina (“Vas a vivir en el delta en un lanchón / buscando de que reír / con las piernas más bonitas / las más lindas piernas que vi”).


Y ya que hablamos de discordias no podemos dejar de lado una supuesta trompada que le encajó Miguel Abuelo a Charly en un boliche marplatense, rumor que acentuaba las discrepancias entre los artistas que entonces se enfrentaban por los músicos que los acompañaban. Mucho más cerca en el tiempo algunos afirman haber visto a Andrés Calamaro entrar a una sucursal de Tower Records de Buenos aires con un bate y descargar toda su furia contra los expositores de discos de García.

Noticias sobre el pasado y el presente de los músicos siempre motivaron el cuchicheo musical. A principios de los 90 se corrió el rumor de que Fito Páez era víctima de una grave enfermedad. Fito respondió con humor en su disco Tercer Mundo con el tema Hazte fama cuya letra insistía “Fito tiene sida, toma anfetaminas, / y no hace otra cosa que caerse borracho por ahí”.


Para el final dejamos uno que nos toca de cerca: El verdadero final de Sui Generis. Si bien el último recital oficial del dúo García-Mestre fue el que ofreció en el Luna Park en septiembre de 1975 (donde se grabó Adiós Sui Generis) las actuaciones del dúo siguieron en el interior del país. Luego de presentarse en Córdoba y Rosario los pelilargos encararon una gira por el sur patagónico, tocando en nuestra ciudad el 20 de septiembre (en la confitería Géminis) y en Caleta Olivia el 21.

Luego de sus presentaciónes en la ciudad santacruceña (tocaron dos veces en la misma ciudad, algo inédito en sus giras por el interior) retomaron por la ruta su retorno a Comodoro, para tomar el avión a Buenos Aires. El destino hizo que el vehículo donde viajaban los equipos del dúo (que eran carísimos) terminase volcado en una curva, destrozando todos las guitarras, sintetizadores y artefactos importados que Charly cuidaba como si fuesen hijos. Además del accidente (que fue publicado en diarios locales, o sea que no es mito) se dice que a los músicos le afanaron unos teclados sobrevivientes en el aeropuerto local. Eso sí que fue Adiós Sui Generis.

Fuente: Suplemento Menos Mal

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