KAPANGA DE PELICULA

Entrevista Con quince años en la ruta, El Mono y su banda sacaron "Todoterreno", un disco que también tiene su versión fílmica. La película saldrá en noviembre, en DVD.


Tarde de fin de invierno en Quilmes. La sala de ensayo de los Kapanga está en el fondo de una casa llena de niños que corren por todos lados. Allí, antes estaba el depósito de juguetes del padre de "Balde", el tecladista. La charla es en la terraza.
Ellos son amigos, se ríen, la pasan bien y tienen historias para llenar mil notas. Acaban de sacar Todoterreno, un disco que además es una película en la que actúan ellos mismos, pero sin que esa sea estrictamente su historia.
El disco está en la calle y la película, con el mismo título, pronto girará con ellos por todo el país. Llevan quince años en la ruta.
Su historia comenzó con la fusión de Beto Medrano y sus perros largos y verdes, la banda que integraban Balde, Maffia y Maikel (mezclaban ska, reggae y hardcore) y que luego de su disolución incorporó al Mono de Kapanga y los yacarés (hacían temas de la Mona Jiménez, que aún hoy tocan: Me mata y La agujita de oro, entre otros).
"La suma dio Kapanga, sin comas. Exacto. Ese día se nos abrió una nueva posibilidad de vivir sin trabajar. Y ya teníamos treinta y pico...", recuerda Balde.
El disco tiene de todo: reggae, ska, electrónica, cumbia, rock, canciones tipo Indio Solari o Calamaro...
Balde: Reconocemos esos estilos pero no por artistas, son canciones que nos salen naturalmente de ese modo. Si fuéramos una banda de blues o rock & roll por ahí nos aburriríamos. No ponemos límites.
Maffia: Nunca nos planteamos hacer algo en especial, si queremos tocar un tango, lo tocamos. ¿Un vals? Lo tocamos. ¿Un paso doble para Miguel? Lo tocamos. Siempre nos identificamos con lo del rock genital: tocamos lo que se nos cantó las bolas. Esa es una definición clara y concisa de Kapanga.
Maikel: Otra de las dualidades más grandes de Kapanga es que podemos tocar en un cumpleaños de quince como llenar el Luna Park. Sin prejuicios. Somos músicos.
En qué lugar del mapa del rock argentino los deja esa libertad?
Mono: Entre La Mona Jiménez, Iron Maiden y Los Beatles. Maikel: Nos hicimos un lugar que no estaba en ese mapa.
¿Cómo ven ustedes la escena del rock? ¿Se renueva?
Maikel: Hay bandas nuevas que suenan porque son amigos de periodistas, y muchas son malísimas. Hacen Indie Punch, ponele. A nosotros nos asocian siempre con la fiesta porque la pasamos bien tocando en vivo, pero llega un momento que te rompe las pelotas.
¿Sienten que no los reconocen?
Maikel: Sí, y la culpa es nuestra...
Mono: La frase siempre es: "Los fui a ver, me cagué de la risa". Nunca te dicen "che, qué bien sonaron".
¿Les gustaría que la gente y la prensa en general los tomara más en serio?
Mono: ¡Cómo nos van a tomar en serio a nosotros! Es imposible... Con quince años en la ruta ese asunto nos tiene sin cuidado.
Maffia: No nos interesa tampoco, la pasamos bien así. Nosotros vamos a Puerto Rico y entramos gratis a los boliches. Seguimos siendo esos muchachos mal iluminados de Quilmes.
Balde: En el 98 éramos una banda de verano,. Eso ya pasó: ya tocamos en el Luna Park. Y en esta época que todos se separan y hacen despedidas..., bueno, nosotros por un millón de dólares no tenemos problemas en separarnos

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